sábado, 17 de diciembre de 2011

WALT DISNEY - 10: La Decadéncia Ochentera

En los años 80, tras perder a Don Bluth,  Disney había descuidado bastante el mundo de la animación y se había centrado en el merchandising, en la gestión de parques temáticos, que cobró más importancia tras la ampliación de Disneyworld y la apertura de Disneyland Tokyo, en la distribuidora Walt Disney Home Video, y ahora querían ampliar su productora de Life Actions a las superproducciones para adultos. Quisieron innovar realizando la primera película con un uso masivo de efectos especiales digitales, Tron (1982), que no acabó de funcionar muy bien.





En 1983 crearon el Disney Channel, comenzando con la serie Good Morning Mickey, un canal vía satélite que fue un éxito desde sus comienzos.



Al fin y al cabo Disney contaba con una gran librería de series y películas propias como Welcome to Pooh Corner, que alternaba con animaciones extranjeras como las películas de Astérix, The Raccoons o Paddington Bears.



más adelante Disney se especializaria en series de imagen real y en revisar programas antiguos suyos.


En cuanto a los Life Actions, llegaron a la conclusión de que el público había acabado asociando Walt Disney con producciones infantiles, por lo que sus películas catalogadas PG estaban resultando demasiado lights para el público adulto y demasiado maduras para el público infantil. Tras tantos fracasos en taquilla, el valor en bolsa de Walt Disney Productions cayó en picado y atrajó al especulador bursátil Saul Steinberg a realizar una OPA hostil para hacerse con la empresa y revender sus jugosas franquicias. Roy O. Disney, el sobrino de Walt, conocido como el último miembro de la familia Disney, promovió una campaña junto con Sid Bass para convertirse en accionistas mayoritarios y evitar este desastre. También trajeron a los directivos Michael Eisner y Jeffrey Katzenberg  de Paramount, y Frank Wells de Warner para ponerlos al frente de la productora y que evitasen lo que había provocado la presidencia de Ron W. Miller.

Para las producciones para adultos decidieron crear la productora Touchtone, su primera película fue Splash (1984), todo un éxito de taquilla.



No había manera de hacer resucitar la animación, la película Taron y el Caldero Mágico (1985) fue tan desastrosa que no se editó en video hasta una década después.





Y Superdetective Basil (1986) tuvo un éxito bastante discreto



Pero el productor al mando de Walt Disney Animation Studios, Michael Eisner, no se rindió, se propuso ir mejorando la animación y los números musicales, y también aceptó llevar adelante el proyecto CAPS, es decir, desarrollar sistemas informáticos para mejorar sus animaciones.

Apostaron también por la producción de series de TV con gran éxito como Los Osos Gummi (1985)



y Pato Aventuras (1987),





que supusieron todo un referente de calidad, teniendo en cuenta que en aquella época por TV triunfaba el merchandising animado.

Consiguieron revitalizar la productora con Roger Rabbit (1987), co-producida entre Disney y Amblin, con Simon Wells como supervisor de Animación y dirigida por Robert Zemeckis, el discípulo de Spielberg, se convirtió en todo un éxito de crítica y público, y volvió a poner de moda la animación de la Edad de Oro.


Con la sombra de la nueva Warner sobre el horizonte, replantearon su productora, con Oliver y su Pandilla  (1988) echaron una moneda al aire, si la película no tenía éxito, cerrarían los estudios de animación.



El caso es que funcionó, el Proyecto CAPS concluyó con la tecnología tradigital de Pixar, con la que volvieron a producir cuentos de hadas para toda la familia, comenzando con La Sirenita (1989)



La Sirenita fue el primero de una larga serie de bombazos en taquilla. Walt Disney había resucitado por tercera vez, volvía a ser indiscutiblemente la productora de animación más importante del mundo.

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