lunes, 1 de octubre de 2012

De 'Mazinger Z' a 'Hora de Aventuras': cuarenta años de aventuras animadas en la tele

Enviado por SonyGDisk:

Me he encontrado con esta noticia que quizas te interese y es de hoy.

Al menos para analizarla, y analizar los comentarios de la gente a ver que te parece el punto de vista del personal:

Espero que sea relevante, todo lo relevante que pueda ser una "noticia" así, jeje. Ya me contarás.

De 'Mazinger Z' a 'Hora de Aventuras': cuarenta años de aventuras animadas en la tele



  • Mazinger nació hace cuatro décadas y dio lugar a una explosión en la industria de los dibujos animados para niños que hoy triunfa con 'Hora de aventuras'.
  • En los últimos años, al aumentar la oferta de dibujos animados con la TDT y la televisión de pago, la competencia se ha disparado, y con ella la calidad.


Hace ya 40 años que Koji Kabuto se puso por primera vez a los mandos de su gigantesco robot. Con su "puños fuera" Mazinguer Z entró a formar parte de una cultura generacional. "La serie fue un fenómeno social, trascendió muchísimo", cuenta Conxi Reig , pedagoga y vocal del colegio de Pedagogos de Cataluña.
Mazinger fue el inicio de una explosión comercial de las series de dibujos animados para niñosSegún explica la pedagoga, Mazinger ayudaba a expresarse y descargarse a través de la lucha de una manera coherente y ordenada, los niños jugaban sin hacerse daño en un tiempo en el que se permitían las armas como juguetes. Además, explica la pedagoga, el hecho de que el protagonista fuera un joven, de una generación superior a su público, hizo que los niños les engancharan más. "Los niños sienten preferencia por las generaciones superiores, los niños por los jóvenes, los jóvenes por los adultos...".
Mazinger también fue el inicio de una explosión comercial de las series de dibujos animados para niños que en nuestros días ha encontrado la máxima expresión gracias a la profusión de canales temáticos de la TDT y de la televisión de pago.
Los dibujos animados son muy importantes en la vida del niño. "Es muy recomendable que vean buenos dibujos y buenas series, que luego recuerdan en su vida adulta. Nos han hecho sentir muchas cosas, hemos reído, pensado y disfrutado con ellos", asegura Conxi Roig
Para la pedagoga es muy importante que los niños vean dibujos adecuados para su edad, porque hay series para adultos con formato de dibujos animados como Los Simpson o Padre de familia, que llaman su atención y no son adecuados en contenido para los pequeños. "No es que sean malos, pero están pensados para determinado público", puntualiza. Recomienda al respecto vigilancia y resalta la importancia de que detrás de cualquier dibujo animado esté siempre "el soporte sabio de los padres" porque, en su opinión, los dibujos animados "influyen pero no determinan" el comportamiento de los chicos.
Ahora, y pese a la ingente cantidad de series y canales, los niños no dedican tanto tiempo a la televisión como antes, ya que comparten parte de ese tiempo con el ordenador y las consolas de videojuegos. "Por eso hoy los niños no comparten tanto como antes —puntualiza la pedagoga—. No hay denominadores comunes de manera tan clara, como en la época de Mazinger Z".

Con el listón alto

Por otro lado, al aumentar la oferta de dibujos animados, la competencia se ha disparado, y con ella la calidad. "Se ha elevado mucho el listón", afirma Vicent Sourdeau, director de contenidos infantiles de Cartoon Network, Cartoonito y Boing. "Ahora los niños son más exigentes porque tienen más donde elegir y además están mucho más formados, al menos audiovisualmente. Las nuevas series tiene que competir con auténticos éxitos como Bob Espoja o Phineas y Ferb. Es un reto muy grande para cualquier creativo. Nos llegan proyectos muy buenos, es muy difícil elegir, y eso es bueno".
Nos llegan proyectos muy buenos, es muy difícil elegir, y eso es buenoPor eso, ahora la tendencia en dibujos animados es que tengan una buena calidad gráfica y también narrativa. "El humor se vuelve más agudo desde los 6 y 7 años, por influencia de series para adultos como Los Simpson y Padre de Familia", señala Vincent Sourdeau. Este es parte del gran éxito de Hora de aventuras, que nació el año pasado y ya se está convirtiendo en una serie de culto por sus tramas surrealistas e inteligentes, su rico universo y las relaciones complejas y divertidas de sus personajes, que atrapan a niños y mayores.
"A la hora de abordar proyectos no se pueden tener prejuicios: estás ante el éxito o fracaso absoluto, no hay término medio, el término medio no mueve la audiencia", insiste.
En su opinión, el alto nivel de calidad de los dibujos actuales también se debe a que los creadores son los niños que "vivieron" las series de los 70 y 80, tienen una cultura audiovisual más amplia y están más formados. Así han evolucionado los dibujos animados desde entonces:

Dulzura nipona

La década de los 70 fue la de la inocencia. Europa echó mano de la manofactura nipona para sacar adelante numerosas coproducciones. La dosis de aventuras galácticas estaban garantizadas con Mazinguer Z y Comando G (1978), imperó la dulzura de Los Barbapapás(1973), Heidi (1974), Calimero (1974), Marco (1976), Jackie y Nuca (1977), La abeja Maya(1975), Vickie el vikingo (1974); alguna más lacrimógena como Candy Candy (1975), que a España llegó mucho más tarde, y otras que actualmente están viviendo una segunda juventud como Doraemon (1978). La excepción fue Érase una vez el hombre (1978), una producción 100% europea que, con una meta didáctica, dio lugar después a toda una franquicia educativa (Érase una vez el espacio, Érase una vez la vida...).  A finales de los 70 irrumpió Don Quijote de la Mancha (1979), una serie enteramente española, cuyo éxito inauguró una tendencia a adaptar clásicos literarios para niños.

Los prolíferos años 80

A la zaga de Don Quijote. España se lanzó a coproducir otras series de inspiración clásica comoRuy, el pequeño Cid (1980), La vuelta al mundo de Willy Fog (1981), Dartacán y los tres mosqueperros (1981)... Francia hizo lo propio con Ulises 31, una serie que proyectaba laOdisea de Homero a una era espacial, e Italia con un perruno Sherlock Holmes, en una coproducción nipona en la que trabajó Hayao Miyazaki.  Aventuras fantásticas como Dragones & MazmorrasTransformers, Los Snorkels y David el gnomo empezaron a competir con el anime. Chicho terremoto fue la punta de lanza, después llegarían  Los caballeros del zodiaco, Bola de dragón, Ranma ½ y Campeones, que se emitieron en Japón a finales de los ochenta y no irrumpieron en nuestro país hasta los 90.

Un punto de ruptura

La invasión del anime llegó a su máximo apogeo en la década de los 90, con series como Sailor Moon,  Pokemon, Digimon... Al mismo tiempo, aparecieron nuevas producciones norteamericanas que rompían con todos los cánones concebidos para los dibujos animados infantiles, como Batman (1992) con una estética casi adulta, Vaca y pollo (1997) con sus extraños diseños de personaje, y El laboratorio de Dexter y Las supernenas, que inauguraron una nueva estética con influencia manga, una gran profusión de color y movimiento.

Educación y surrealismo

Con el cambio de milenio se impusieron dos tendencias. Una de ellas didáctica, en la que los dibujos introducen otro idioma (Dora, la exploradora, Go, Diego, go! o Manny Manitas) o combinan el entretenimiento con una tarea educativa (Pocoyó —infantil—, Little Einteins —música y arte—, Equipo Umizoomi —matemáticas—, DinoTren —Dinosaurios— etc.). Esta tendencia didáctica se caracteriza porque los personajes se dirigen de una forma directa al niño e interactúan con él, implicándole e invitándole a participar de una manera activa.
Bob esponja inauguró otra tendencia, la surrealista, en la que se presenta un universo en el que no imperan las normas de la lógica, todo es posible, las tramas son inteligentes y el sentido del humor, muy fino. En este sentido, El asombroso mundo de Gumball y sobre todo, Hora de aventuras, son los mejores ejemplos.
Al mismo tiempo, estas dos corrientes conviven con una oleada de series basadas en cómic de superhéroes, nacidas al calor de las películas (Los Vengadores, Spider-Man, Ironman...) o su influencia Ben 10, así como la adaptación de clásicos edulcorados de los ochenta en versión moderna, como Tarta de fresa, Pequeño Pony, Osos amorosos.

Dibujos en 3D ¿una moda?

Con la llegada de la era digital, la labor artesanal de los dibujos animados dejó paso al diseño por ordenador. Para Vicent Sourdeau, director de contenidos infantiles de Cartoon Network, Cartoonito y Boing, ambas técnicas conviven con éxito, y seguirán siendo así en el futuro. "Lo que importa es la personalidad del proyecto, el creador", asegura. Realizar una serie en 3D es muy costosa, el universo es más simple, y también la narrativa, explica, y "tira abajo el target", convirtiéndose en una serie para niños más pequeños. En la actualidad se está adaptando al 3D series populares como La abeja maya y se proyecta hacer lo mismo con Vickie el Vikingo yHeidi. "Veremos si sigue funcionando", comenta Vincent.


Saludos.



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6 comentarios:

  1. Bueno, el artículo está escrito por alguien que no es una experta en la historia de la animación (Arancha Serrano),

    ¿¡El Laboratorio de Dexter tiene influencia manga!? :O

    Aún así tampoco está mal el artículo.

    Y lo de adaptar las series de los 70 en 3D... bueno... a mí me parece innecesario.

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  2. Para nada, es un artículo de relleno, el periodista elige tema se documenta y para completarlo pega un estudio pedagógico con el que estoy de acuerdo por cierto.
    Y es lo de siempre, es como el periodista que no se dedica a la ciencia pero quiere dar de que hablar con ello.
    Muy listos no serán los periodistas pero conocen el "método de reacción", jeje.

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  3. Veamos... la pedagoga comenta:

    "Mazinger Z fue un fenómeno social, trascendió muchísimo."

    Indudable, fue la primera serie de animación japonesa que triunfó por todo el mundo con protagonistas y temáticas innegablemente japonesas, recordemos las reversiones brutales de animes anteriores como Mighty-Atom / Astroboy, Match GoGoGo / Speed Racer, o Jugle Emperor / Kimba the White Lion.

    "Antes había menos canales y los niños compartían su afición por esta serie, jugaban en el patio del colegio a Mazinger, compartían sus emociones, creaban, vivían los personajes. Tenían una música muy pegadiza y un mensaje de paz, pese a las escenas de lucha".

    Si es cierto, pero el mensaje de Paz es una justificación, los niños siempre han querido jugar a destruir y machacar, el hecho de definirse en un juego como un héroe, como Mazinger, Superman o un Sheriff del Far West es una forma de compaginar su (frágil) sistema de valores con su propia sed de violencia. A un niño le cuesta más identificarse con un villano o con un anti-héroe, por eso en el shonen clásico, como Mazinger, simplifican las tramas a Bien vs. Mal, tienen un héroe regular en el que aprofundizan para que el niño se identifique y cada semana le sueltan un monstruo semi-anónimo diferente.

    "Mazinger fue el inicio de una explosión comercial de las series de dibujos animados para niños."

    En los 60 en España ya había merchandising de los Looney Tunes, Charlie Brown, Hanna Barbera... Cierto que con Mazinger se amplió el asunto, pero también hay que tener en cuenta la sitación social: subió el nivel de vida, las familias comenzaban a tener menos hijos, los padres podían gastar más en los caprichos de los niños.

    "Mazinger ayudaba a expresarse y descargarse a través de la lucha de una manera coherente y ordenada, los niños jugaban sin hacerse daño en un tiempo en el que se permitían las armas como juguetes".

    Venga ya, por lo que sé los niños de los 70 primero te tiraban una piedra y luego preguntaban.

    "Además, el hecho de que el protagonista fuera un joven, de una generación superior a su público, hizo que los niños les engancharan más. Los niños sienten preferencia por las generaciones superiores, los niños por los jóvenes, los jóvenes por los adultos...".

    Eso es cierto, los niños admiran a su hermanos mayores (o almenos los que tienen hermanos mayores) y les gusta ver a un personaje que sea un modelo a seguir. Los niños no son tontos, saben que ningún niño podría pilotar un robot de 80 metros, pero un joven de 16 años en cambio... resulta mucho más creíble para ellos. Ya habían tenido éxito otras series infantiles con protagonistas adolescentes, como Speed Racer o Scooby Doo, y no entiendo por qué no es más general ésto.

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  5. ¿¡El Laboratorio de Dexter tiene influencia manga!?
    Bueno...Yo diría que sí, aunque estéticamente no lo parezca a simple vista, hay muchas referencias a varios animes clásicos como "Voltron"y "Meteoro", y también hay algunos elementos propios de los animes de robots gigantes, aunque claro estos elementos estaban mezclados con muchos otros, como las caricaturas de Hanna-Barbera, las sit-com americanas, pero más que ser una simple referencia o parodia, si se mostraba cierta influencia en la estética de algunos diseños y las tramas de los episodios.

    Claro que estos elementos son más evidentes en series como "Titán Simbiónico", una de las últimas creaciones de Genndy Tartakovsky.

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  6. ...mmm ya bueno, pero tampoco es precisamente el mejor ejemplo de "Serie Occidental de Influencia Manga" como lo puede ser Avatar, Thundercats o Totally Spies...

    En el caso de "Las Supernenas" veo la influencia en la temática... pero no en el estilo.

    Lo de las transiciones psicodélicas y tal lo inventaron las productoras americanas de los 60, los japoneses las mejoraron, pero yo veo que las series de Cartoon Networks beben más del estilo de UPA, Hanna Barbera y Syb Tower 12.

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