Don Hertzfeld

Don Hertzfeldt



El californiano Hertzfeld, comenzó a realizar animaciones con un bloc y una cámara de video doméstica a los 15 años y no ha trabajado en nada más desde entonces, cuando tenía 22 años presentó sus cortos a un festival de cine organizado por la facultad de cine de la universidad de California en Santa Barbara, y a partir de ahí consiguió distribución a nivel mundial para sus primeros cortos como Billy's Ballon o Lily & Jim





Hertzfeld tiene un estilo de animación underground basado en el humor negro y lo absurdo como forma de exploración caótica y demencial de la psicología humana, utiliza exclusivamente métodos tradicionales. Según él, es absurdo que los jóvenes animadores se maravillen con las posibilidades infinitas de la animación CGI, cuando la animación tradicional cuenta con multitud de técnicas acumuladas a lo largo de 100 años, trabaja con cualquier sistema que consista en manchar un papel, filma en películas de 16 y 35mm's en una cámara Richardson de los años 40 que se usó para realizar los primeros cortos de Charlie Brown, una de las últimas en activo que quedan, y los efectos especiales los realiza con trucos tradicionales como la sobreexposición o el tratamiento con productos químicos, como en el corto Everything Will Be OK 

En Intermissión in the Third Dimension, combina su estilo con stop motion



Pero su corto más famoso es Rejected, el primero que realizó al terminar la universidad, en el 2000

Éste corto se trata de una falsa biografía del propio Hertzfeld como animador, en el que se sume gradualmente en la locura hasta que al final todo su universo de fantasía se desmorona literalmente. Ganó docenas de premios, incluyendo una nominación al Oscar al mejor corto animado, generó todo un fenómeno de frikis que se disfrazaban de los personajes, se hicieron camisetas e incluso algunos se hicieron tatuajes.

Últimamente Hertzfeldt ha optado por darle un enfoque más filosófico a sus obras, como la trilogía de mediometrajes Everythink will go OK, I am so proud of you, y un tercer episodio aún inédito, a pesar de estar presentado en un lenguaje visual incomprensible para una mente humana basada en la lógica, la crítica lo ha valorado por las nuves e incluso lo ha comparado con 2001 Odissea en el Espacio.



El caso es que Hertzfeld nunca ha trabajado en animación comercial, ha recibido muchas ofertas de agencias de publicidad, pero siempre las rechaza al considerse anti-sistema. De hecho se propuso trabajar una temática tan demencial y agresiva, de manera que ninguna agencia de publicidad lo quisiera nunca contratar, y mira, acabó dándole la vuelta a la tortilla. Como Hertzfeld se negó a participar, las agencias de publicidad han plagiado su estilo en anuncios como Krystal Blitz Energy Drink



Los Poptarts de Kellogs



O la ONG Canadiense Encorp, con la série de cortos publicitarios Don't Mess with Karma



En el 2003 Hertzfeldt creó el festival de animación independiente sin sede fija Animation Show junto con Mike Judge (otro autor que encajaría perfectamente en éste especial) , con la intención de promocionar la animación independiente más allá de su distribución por internet, ofreciéndoles estreno en cine y publicación en DVD, a medida que se ha ido celebrando el festival se les añadió Bill Plimpton, Joanna Quinn, Peter Cornwell



y Georges Schwizgebel.



Pero en estos casos, ya estaríamos hablando de unos estilos de animación independiente artística que no muestran una estética demencial (salvo Plimpton, hasta cierto punto).

El caso es que mientras los gafapastas se ríen de Daniel Johnston y Chris Chan, Don Hertzfeldt es un autor que ha acabado entendiendo la estética de la demencia absoluta, las estéticas más precarias y decadentes nos reflejan con más crudeza un caos mental y unas ansias de reirse con brutalidad de los males de la vida, que  aunque las personas "sanas" creemos no tener, en realidad dedicamos buena parte de nuestra energía en ordenar y digerir. Miramos la demencia como algo ajeno e incluso cómico, cuando en realidad se trata de algo muy nuestro: el raciocinio sin control ni moral, cuyo fruto es el arte más puro, animal e instintivo que podemos encontrar.