Etnografía 12.2: CATALUÑA

CATALUÑA

En los años 40 La mayor industria de la animación española se situaba en Barcelona, su intención era imitar a las productoras americanas de la Edad de Oro, creando séries de personajes regulares como El cascabel de Zapiron. En aquella época aparecieron las productoras  Didsono Films y Hispano Graphic Films que luego se fusionaron como Hermanos Baguñá, precisamente ésta última productora fue la encargada de realizar en 1945 el primer largometraje español de animación con relevancia, y el primer largometraje de animación en color de Europa: Garbancito de la Mancha de Arturo Moreno

Moreno, después de realizar el corto en la productora DIARMO: Capitán Tormentoso en 1942, pasó por todas las distribuidoras de Barcelona sin conseguir que nadie se lo distribuyese, finalmente se encotró con el empresario Jose Maria Blay quien le propone producirle un largometraje. En aquella época España estaba en ruinas tras la Guerra Civil y no existían medios para realizar largometrajes de animación, así que debieron construir artesanalmente mesas de dibujo giratorias, cámaras rostrum y formar a 80 dibujantes en el arte de la animación. Tampoco existían acetatos en España, hubo que importar en tren 400.000 planchas desde Suiza en plena Segunda Guerra Mundial, el transporte fue bombardeado. Tampoco existía en España ningún laboratorio capaz de revelar películas a color, hubo que enviar los rollos a Londres, y el laboratorio fotográfico de Londres también fue por poco bombardeado. Finalmente pudieron estrenar la película en 1945, para facilitar la ayuda del gobierno, aceptaron como guionista a un falangista de ideologías pro-nazis, el dia del estreno, tras la segunda guerra mundial, no le permitieron dar un  discurso. La película fue declarada "De Interés Nacional" y fue todo un éxito tanto en España como en Francia e Inglaterra, a pesar del tono ultra-nacionalista del guión y su color aún precario.

A Garbancito le siguieron los largometrajes Alegres vacaciones,(1947) y  Erase una vez.. (1950), ésta segunda era una versión de Cenicienta, en aquella época en que el cine americano se volvía a asentar en España tras el boicot, Disney quiso asegurarse el mercado español y se dedicó a sabotear legalmente la exhibición de la película afirmando que ellos tenían patentado al personaje de Cenicienta (!!!). Al final consiguieron hundir la productora y su última película: Tay-Pi (1951) y por efecto dominó Disney destruyó la Edad de Oro de la Animación Catalana.

El director de Tay Pi: Francisco Macián, en 1955 funda su propia productora y se dedica a la publicidad.

En los años 60 hubo un boom de la animación publicitaria, aparecieron estudios como Buch-Sanjuan y Estudios Moro  montó una sucursal en Barcelona donde destacaron artistas como Robert Balser, conocido por participar en la película Yellow Submarine y dirigir la série de animación de los Jackson 5ive. Por su banda, el estudio de Francisco Macián colaboró con los estudios Moro y produjo las que fueron, no sólo las obras más conocidas de Estudios Moro, sinó los principales iconos culturales españoles de los años 60: El Negro del Colacao



La Calabaza Ruperta

Y por supuesto La Familia Telerín

La Familia Telerín tuvo un éxito inesperado, lo que en principio no era más que una careta televisiva para dar paso a la programación adulta de TVE acabó convirtiendose en el producto estrella del Merchandising Español. La familia Telerín ha acostado a niños tanto en Catalunya, como en España como en Latino-América, y de hecho, en México un canal de televisión aún usa esta careta. En 1966 protagonizaron una película: El Mago de los Sueños.

Macian está considerado también un pionero de las nuevas tecnologías para la animación, desarrolló una técnica de animación digital en 1966! La llamada M-Tecnofantasy, consistía en un sistema de rotoscopia xerográfica asistida por ordenador en que superponía el positivo y el negativo de una película y luego la manipulaba y coloreaba. La usó por primera vez en 1968 para algunas escenas del musical Dame un poco de amor de Los Bravos

 

En 1974 realizó con este sistema una película artística llamada Memoria. Sin embargo en 1976 Francisco Macián murió prematuramente dejando en el tintero bastantes obras irrealizadas. Con la muerte de Macián, el cierre de Buch-Sanjuan y tras el brusco fin de Estudios Moro, acabó la Edad de Plata de la Animación Catalana.

Tras el Crack de la animación Española, en Cataluña apareció el fenómeno de la Animación Underground, los Animadores de Buch Sanjuan y dibujantes de la revista El Papus (hoy El Jueves) Jordi Amorós y Víctor Luna fundan la productora Equip y producen en 1978 la primera película española para adultos:  Historias de Amor y Masacre 

Equip también produjo la série de TV Mofli, el último Koala, que a pesar de tener buena calidad y un estilo muy de acorde con los años 80, fue poco rentable a causa de una mala gestión.

En lo que respecta a la animación televisiva, TV3 Televisió de Catalunya co-produjo con BRB séries como Els Bobobobs

y la Història de Catalunya

Pero volviendo al Estudi Equip... En 1989 realizaron su obra más espectacular, al igual que "Història de Catalunya" decidieron realizar una película para celebrar el milenio de la fundación de Catalunya: Despertaferro. Grácias a la financiación de la Generalitat de Catalunya consiguieron todo lo que había fallado anteriormente en una producción de animación Española: Un equipo formado por los mejores animadores de España, material nuevo de primer órden, unos diseños de calidad, actores de doblaje de primera fila, buena banda sonora y... un guión completamente absurdo e incoherente, que es poco más que un pastiche inconexo de folklore catalan.

La historia trata de Lauria, un niño a quien un Doctor Iluminado le encomienda la misión de viajar en el tiempo para salvar a los guerreros Almogàvers, acompañado del dragón Xiulet y la seta Alioli, con la ayuda de los 3 Reyes Magos (???). La película fue un fracaso, aunque los nacionalistas catalanes la consideran de culto. Por su nivel de producción pudo haber supuesto el inicio de una "Edad de Bronce de la Animación Catalana", pero na...

En 1990 apareció otra película de animación realizada originariamente en catalan: Peraustrinia 2004, creada por los Estudis Peraustrina, formados por varios profesionales independientes como Ángel García. Sin embargo la película no consiguió el éxito esperado.

En los años 90, la ampliación de oferta televisiva hizo aumentar tanto la demanda de séries de animación que acabó por dar trabajo constante a todos los estudios de animación y animadores free-lance existentes en España, pero esto también provocó la bajada en picado de la calidad. El estudio paradigma de esta sobre-producción de séries de animación baratas fue d'Ocon, que paradogicamente también produjo la Edad de Bronce de la Animación Catalana. Su primera série fue Delfy, la primera série española realizada con animación Tradigital y con animación OEM realizada en China, un auténtico esperpento de la animación

A pesar de su calidad, la série fue muy barata y consiguió venderse bien en el extrangero, con lo que d'Ocon, por el mismo sistema también creó Los Fruitis, esta vez completamente realizada por ordenador, y con un ahorro exagerado en presupuesto: Animaron 6 temporadas, y añadieron 4 temporadas más remontando escenas ya emitidas (!!!)

Se trata de una productora que va más en busca de beneficios fáciles que de crear animación de calidad, un triste inicio para una "Edad de Bronce"

Tras el éxito de d'Ocon aparecieron otras productoras de séries de animación tradigital que ofrecieron más calidad, como Cromosoma, creadora de séries como Las Tres Mellizas o la película Freccia Azzurra

El caso es que gracias a su temprana entrada en la animación digital, la animación catalana actualmente vive un boom de animación CGI para la televisión con productoras como Imira Entertainment con series como Lola & Virginia

o Motion Pictures con Glumpers

En los años 2000 finalmente pudo establecerse una industria para producir de nuevo películas de animación catalanas, la distribuidora Filmax tras plantearse la diversificación de sus negocios, crea Filmax Animation en el Hospitalet del Llobregat (Barcelona), y al establecer ahí su sede, consigue acceder a subvenciones de la Generalitat de Catalunya, con lo que consiguen realizar superproducciones como El Cid La Leyenda (2003)

y Gisaku, del 2005, producida para promocionar Filmax en Japón y considerada la primera película anime europea.

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