La Edad de Oro de la Animación Americana llegaba a su fin. Warner se encontraba en una severa crisis, al igual que MGM, pero estos últimos aún mantenían mucha popularidad, Tom, Jerry y el Perro Droopy eran los últimos guardianes de aquella Edad, si ellos cayesen caería toda una manera de entender la animación.
Mientras, que hacía Disney? Andaban concentrados en los largometrajes, ahora que disfrutaban de su propia distribuidora se habían aventurado a producir películas de aventuras en imagen real como La Isla del Tesoro (1950) y Robin Hood (1952), y estaban preparando su decimo-octava película de animación: Peter Pan.
A la academía también llegaron unos forasteros: era la NFB, una productora canadiense que creció grácias a los encargos de Disney para los cortos de propaganda pro-belicista. Incapaces de competir contra la Cel Animation Estado-Unidense, se desarrollaron en el ámbito artístico y crearon técnicas nuevas. Una de esas nuevas técnicas fue la Pixilación, con la que Norman McLaren éste año ganó el Oscar al mejor corto documental por Neighbours, una fábula sobre la guerra fría que se suele considerar el Oscar otorgado con peor criterio de categoría de la historia.
En cuanto a los Oscars al mejor cortometraje animado, la NFB recibió otra nominación:
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